Se ha marchado para siempre…y lo ha hecho hace apenas un par de semanas sin convertirse en una noticia con relevancia mediática, en una época en que son otros asuntos a los que se otorga más atención.
En las escasísimas reseñas que he podido leer o escuchar al respecto, se repiten los mismos tópicos de siempre y también errores que rozan la falta de respeto. ¿Es de recibo hacer alusión al fallecimiento de Pertegaz como la del diseñador catalán que vistió a la entonces consorte del Príncipe de Asturias?.
No era catalán y fue muchísimo más que el ideólogo de aquel vestido.
Manuel Pertegaz nació en Olba (Teruel), en 1918 y posteriormente se trasladó junto a su familia a Barcelona, donde empezó a trabajar como ayudante de sastre en un pequeño taller (Sastrería Ángulo) de la céntrica calle del Carmen, donde confeccionó su primer abrigo. Siempre se sintió turolense y, ante todo, español.

Considero personalmente a este creador tan singular un verdadero artista digno del más alto reconocimiento porque la moda es arte, como lo son la arquitectura, la pintura, la escritura, la música, la danza o la escultura. Totalmente consciente de la imposibilidad que supone alcanzar la perfección, dedicó su vida a intentar rozarla en el mundo de la costura y a la hora de concebir la estética de cuánto le rodeaba. Ante la pregunta de qué personaje histórico le habría gustado ser contestó que, sin duda, Miguel Ángel.

En aquel taller de Barcelona amplió los conocimientos que había adquirido junto a su madre, que tenía cierta destreza con la aguja. Confeccionaba ropa de caballero y, en un momento dado la mujer de Ángulo (propietario de la sastrería), observadora del perfeccionismo y el talento de aquel jovencito, comenzó a confiarle su vestuario como parte de su trabajo. Esta señora despierta entonces la atención por su atuendo y el taller de confección de clientela masculina recibe las primeras visitas de las avispadas damas que quieren ponerse en manos de este chico que empieza a despuntar en medio de la mediocridad imperante. Cumplidos los veinte años Manuel se da cuenta de que Ángulo era un taller del montón que cada vez recibe más visitas femeninas buscando sus ideas. Animado por varias de estas clientas que le insistían en que debía dedicarse a ello de manera independiente sin estar en la sombra y beneficiando a quien no le valoraba, abre su primer taller en la avenida Diagonal de Barcelona en 1941. El éxito no ha hecho más que empezar. Será en 1945 cuando inagure allí mismo su primer salón convirtiéndose en un auténtico referente del momento. Revolucionó el panorama sin intención de invadir el espacio de los demás, a pesar de lo cual no fue bien recibido por casas como Pedro Rodríguez, Santa Eulalia o Asunción Bastida. Le dieron la espalda y Pertegaz subía como la espuma a pesar de ello. ¡Bravo maestro!

Cristóbal Balenciaga ha sido y sigue siendo el genio de la moda, el mejor creador de todos los tiempos a nivel mundial. Era inteligente y respetó el trabajo bien hecho del jóven Pertegaz, que admiraba al inigualable creador. Aún así es de justicia decir que, a partir de un momento, la Alta Costura en Barcelona, fue liderada por Manuel Pertegaz.
Balenciaga no encontró motivo para molestarse…¡él lideraba la Alta Costura internacional!.
La clave de este jóven apasionado por su trabajo fue saber conectar con las necesidades de la alta sociedad que en ese momento había en España. Mantuvo siempre unos códigos de costura clásicos pero no es menos cierto que le ha acompañado de manera permanente un punto exclusivo de modernidad.

A Pertegaz siempre le ha fascinado la delgadez y la ausencia de curvas acentuadas puesto que el sabía cómo resaltar o crear las curvas a través de la costura. Era un profesional exigente y refinado que concebía a la mujer elegante como los juncos cuando los vence el aire. Si quería volumen lo creaba con la prenda. Detestaba la vulgaridad.
Solo hacen falta tres años para hacer frente a la demanda proveniente de Madrid y en 1948 abre taller y salón en la capital de España. Continúa el ascenso de la figura y el éxito comienza a dispararse. El fenómeno Pertegaz ya es un hecho. En Madrid recibe los primeros encargos importantes de la Primera dama del Estado (fue Manuel Pertegaz quien le aconsejó que utilizase perlas para dulcificar su rostro).
Carmen Polo Martínez-Valdés nunca se encasilló con un diseñador concreto. Apostó por combinar diferentes opciones, por lo que continuó frecuentando la casa Balenciaga (quien diseñó su vestido de novia, el de su hija y el de su nieta mayor), Pedro Rodríguez (uno de sus favoritos) o años más tarde sería de las primeras en acudir al estudio de Miguel Rueda. Siempre moda española ya que jamás vio necesario viajar a las grandes casas de alta costura de Paris o Milán. También en Madrid Manuel Pertegaz conoce a Aline Griffith de Figueroa (entonces condesa de Quintanilla y posteriormente también Condesa de Romanones) que se convierte en una de sus clientas más exclusivas y, sobre todo, en la embajadora del diseñador más allá de nuestras fronteras en aquel momento. En cierta ocasión tuve la oportunidad de departir con esta encantadora aristócrata durante la entrega del Torsón de oro a Carmen Posadas en casa del escultor Santiago de Santiago (creador y autor del galardón). La condesa viuda de Romanones llevaba un elegante y favorecedor conjunto de Pedro del Hierro y me comentó: <<En los años cincuenta y sesenta, Manolo era el mejor pero también era el más caro aunque yo vestía mucho sus creaciones y siempre me preguntaban dónde me vestía…¡incluso cuando estaba en Nueva York!>>.

La condesa viuda de Romanones actualmente
Las maniquíes de Pertegaz tenían una impronta especial de elegancia que llamaba poderosamente la atención. Trabajaban en exclusiva para la firma y las hizo a la imagen y semejanza de su concepto de sutileza. Ellas no desfilaban como ahora vemos a las modelos haciendo el ridículo y caminando de manera agresiva como si fuesen a comerse al primero que se ponga por delante. Caminaban despacio con la cadera hacia delante y sin contonearse vulgarmente hacia los lados, la espalda hacia atrás y los hombros salidos. Casi sin movimiento, como si flotasen pero sin necesidad de parecer una pandilla de bobas…¡con personalidad!.
Alicia Borrás o Natalia Gil, ambas ex maniquíes del diseñador, recuerdan que era muy estricto pero que junto a él se convirtieron en las perfectas perchas de sus creaciones. A la menorquina Alicia Borrás la enseñó a caminar atreviéndose a imitarla para que fuese consciente de lo mal que lo hacía. Esta belleza de mujer que actualmente luce una figura de impresión llegó a convertirse en Miss España 1965 cuando el certámen tenía la categoría que hace años perdió.

Alicia Borrás
En los años cincuenta las casas de Madrid y Barcelona despegan de manera vertiginosa y se atreve a cruzar el charco para inagurar boutique en la Quinta avenida de Nueva York. Había conseguido sacralizar la Alta Costura. Un modelo de pertegaz respiraba elegancia en toda la extensión de la palabra.
Su ideal de mujer era Audrey Hepburn, a la que conoció en esa época y que se convirtió rápidamente en clienta especial. Se prendaron ambos el uno del otro. A Audrey Hepburn no la conoció en Estados Unidos sino en España, concretamente de la mano de Aline Griffith Dexter en su casa de Marbella. Allí también fue donde Ava Gardner o Jacqueline Bouvier de Kennedy se interesaron por el autor de los diseños que lucía la antaño espía de rojo. No tardaron en visitar al creador y, concretamente, entre Ava Gardner y Pertegaz se establecieron unos lazos de estrecha amistad. Quedan en el recuerdo las noches cocinando juntos en casa de Ava en Madrid entre risas y confidencias. El primer encargo de la actriz lo recibió durante un rodaje en Barcelona pero, incluso más tarde y viviendo en Londres, se desplazaba a Madrid para confiar en el maestro su vestuario más especial.

Ava Gardner
En 1957 fallece Christian Dior y la casa huérfana le ofrece con todos los honores hacerse cargo de la firma, lo cual rechaza porque quiere ser él mismo y trabajar con su nombre. Por entonces ya contaba con el reconocimiento de Gabrielle Chanel o Cristóbal Balenciaga. Triunfa apoteósicamente en Norteamérica.
Favoritas tuvo muchas como clientas pero su musa fue, sin lugar a dudas, su mejor amiga y confidente. Ella era Maria Teresa Salisachs (Bibis), para la que creó en 1955 el vestido que utilizó para casarse con Juan Antonio Samaranch. Desde entonces Bibis Salisachs de Samaranch se convirtió en su incondicional. Era una mujer tremendamente elegante y sabía lucir a la perfección los diseños de su amigo. Así lo hizo hasta su fallecimiento en el año 2000, víctima de una terrible y devastadora enfermedad que se la llevó en pocos meses.

Bibis Salisachs
Su hija, Mo Samaranch ha continuado siendo clienta de tan especial amigo de la casa.
En 1964 comienza el diseño de colecciones especiales de pret a porter para Estados Unidos. Captó la prensa del momento y grandes almacenes del sector lujo en Nueva York llenaron sus escaparates con las ideas del mago de la costura materializadas. En 1968 la compañía Iberia le confía el diseño del vestuario de sus empleados. Pertegaz revolucionó por completo la imagen de Iberia. Siguió la misma dinámica que seguía con sus clientas (las mujeres más glamurosas de la España de la época, por cierto). Hizo cada uniforme a medida, las azafatas pasaban por su taller y de esta manera conseguía que sintiesen que sus uniformes les sentasen como un guante. No solo les daba seguridad, sino también hacía que los uniformes lucieran más que nunca.
Por fin el azul quedó desterrado, dando paso a un triunfante burdeos. Este nuevo uniforme, de cierto aire británico: una capa sin mangas, con cola y una discreta capucha, una falda recta y una sencilla blusa blanca. Los complementos: casquete, bolso bandolera, guantes, medias de malla y botas altas, todos ellos en azul marino. El atuendo para el servicio a bordo era bien diferente, Pertegaz diseñó un vestido con cierto aire andaluz, gracias a los volantes y topos de su tela. Esta colección de uniformes recibió el nombre de Rosa Real, mismo nombre que se le dio al servicio que se inició aquel mismo año con los Douglas DC-8/63 sobre el Atlántico Norte.

Detalle de la indumentaria novedosa para la línea aérea de bandera por entonces
Queda para el recuerdo el espectacular conjunto que creó en 1969 para la actuación de Salomé en el Festival de Eurovisión celebrado en el Teatro Real de Madrid. Una obra de arte plagada de bordados a mano en cristal y porcelana que colgaban por todo el cuerpo con un peso de catorce kilos.

Salomé
En 1968 crea su línea en España de boutique con gran éxito y la Alta Costura empieza a peligrar, primero por la falta de sensibilidad de nuestro país al respecto y después por la aparición de un impuesto letal para el sector que se impone sin piedad en los años setenta y que termina por enterrar a los grandes por los restos de los restos.
En 1978 anuncia el cierre de sus talleres de Madrid y Barcelona, después de una época complicada donde la demanda prefiere marcharse fuera del país atónita ante la pasividad de las instituciones por apoyar una industria que tanto trabajo y riqueza ha generado.

Manuel Pertegaz en el estudio que conservó en Barcelona
Mantendrá sus exclusivas colecciones de pret a porter para boutiques durante unos años y establecerá su centro neurálgico como verdadero creador en su estudio de Barcelona, donde continuará trabajando en exclusiva para las incondicionales con toda la dedicación con la que entiende el arte al que ha dedicado su existencia.
Al cerrar el salón de Madrid deja de recibir encargos de la reina Doña Sofía, que ya visitaba al maestro siendo todavía princesa. Su Majestad vuelve a confiar en Pertegaz casi treinta años más tarde para el diseño de un vestido que luciría con motivo de la cena de gala que ofrecieron S.S.M.M. los reyes en el Palacio Real de El Pardo la víspera del enlace del heredero de la Corona.
En los años noventa comienza a diseñar colecciones para hombre y complementos.

Chaqueta de punto de corte impecable y pantalón de lana en cuadros a contraste
En 2004 se organiza una exposición retrospectiva en el Museo Nacional de Arte Reina Sofía sobre su trayectoria, que también se presenta en Barcelona.

El mago de la aguja durante la presentación de la retrospectiva en 2004
Después se le concede la Aguja de Oro (premio creado por la mecenas de la moda María Rosa Salvador), y más tarde, con 90 años, presenta en Barcelona su primera colección de joyas, en la que el trazo de la M de su nombre y los círculos, como símbolo del botón, son lo más característico.
Durante su extensa carrera, recibió numerosos galardones a nivel internacional, entre los que figuran el Oscar de la Costura por la Universidad de Harvard (1954), la Medalla de Oro de Berlín y las llaves de oro de las ciudades de Boston, Nueva Orleans, El Cairo y México.
Entre sus distintivos a nivel nacional destacan el de comendador de la Real Orden de Isabel la Católica, la cruz de caballero de San Jorge de Teruel, la medalla de Fomento de las Artes Decorativas y la medalla de oro al Mérito Artístico de la Generalidad de Cataluña.
Es muy triste que este artista español no haya sido reconocido en vida por su país con la Medalla al Mérito en el Trabajo. Pertegaz llevó España por todo el mundo convirtiéndose en uno de nuestros embajadores de lujo cuando era especialmente difícil conseguir desarrollar tal labor en el plano internacional.

Se ha apagado el inconfundible brillo de sus pequeños y dinámicos ojos, propio de todos los curiosos y apasionados. Manuel Pertegaz fue enterrado en la ermita de San Jaime, ubicada en una montaña cerca de su domicilio de la Ciudad Condal, tal y como era su deseo. Previamente se celebró una corta ceremonia religiosa en el Tanatorio de Sant Gervasi, a la que asistieron sus más allegados. Entre los asistentes se encontraban sus sobrinas: Dione, Elisa y Sionín Pertegaz, además del alcalde de Barcelona Xavier Trias.
De la Casa Real llegaron los impersonales y escuetos telegramas enviados por los asistentes de don Juan Carlos y doña Sofía así como una insulsa corona de rosas blancas enviada por Felipe VI y su consorte, la mujer que contrajo matrimonio con el entonces heredero de la Corona de España vestida con un diseño de este creador y cómplice en un momento tan señalado. Ni unas simples líneas en la página web de Casa Real escritas por la esposa del Jefe del Estado rindiendo homenaje al señor Pertegaz. Le vino grande lucir un diseño del maestro…¡en todos los sentidos!
Mi homenaje y admiración hacia el hombre que vistió a los cisnes
¡Hasta pronto!