La galardonada prudente (Anecdotario)

El pasado 19 de septiembre se celebró en Madrid el Congreso con motivo del 60 aniversario de la Asociación española de la lucha contra el cáncer (AECC) donde, entre otros galardones, se otorgó la “V de vida” y las ayudas a la investigación oncológica. Asimismo en esta pasada edición se ha inagurado un nuevo premio de fotografía que ha complementado al resto y que va a dar pie a mi relato de hoy.

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El autor de estas líneas formó parte del equipo de protocolo y organización de asistencia a premiados e invitados VIP. Básicamente disponíamos de una mañana para ensayar y trazar la dinámica que iba a desarrollarse desde primera hora de la tarde.

El Congreso fue inagurado por la Alcaldesa de la capital quien, en su discurso de apertura, no evitó hacer referencia con cierto humor forzado a la reciente y desafortunada plática que había pronunciado escasos días antes en Buenos Aires intentando defender sin éxito la candidatura Madrid 2020.

Serían dos partes del día totalmente diferenciadas.                                                                                                                             La mañana la marcarían los coloquios a cargo de especialistas y afectados por la enfermedad en un ambiente desenfadado y cercano tras el solemne discurso inicial. A esa fase del Congreso asistiría lógicamente su presidenta, la encantadora Isabel Oriol y la consorte de S.A.R. el príncipe Don Felipe en calidad de Presidenta de honor. Se organizó un casi improvisado pasamanos a la entrada del auditorio de Ifema para realizar el saludo pertinente a la representante de la Casa Real. A pie de escalera estábamos el staff de organización y en la puerta esperaban Doña Isabel Oriol y Doña Ana Botella a que llegase el “Real vehículo”. En el pasamanos se encontraban autoridades, invitados especiales al coloquio y miembros de la Junta directiva de la AECC. Comienza pues la mañana con un estupendo maestro de ceremonias como Ramón García, con el que tuve el placer de charlar minutos antes. La tarde se reservaba para la entrega de premios.

Son las 11:30 horas y me retiro a mi cometido…¡Operación ensayo con los premiados! En un espacio entre bastidores estaban convocados los diferentes galardonados que recogerían su correspondiente beca de investigación o premio de manos de la Presidenta de honor. Y,por supuesto, el convocado especial a quién se otorgó el “V de vida”. V DE VIDA

El galardón “V de Vida”es el reconocimiento anual que la AECC otorga a una persona, institución, empresa o asociación perteneciente a cualquier ámbito social (político, empresarial, deportivo, artístico, público, sanitario, etc.) que haya destacado por mejorar la vida de las personas enfermas de cáncer y sus familias. Esta edición, el galardón ha recaído en el Dr. Marcos Gómez, pionero en España y máximo referente de los cuidados paliativos a nivel nacional e internacional. A pesar de los importantes avances médicos de los últimos años, la atención adecuada al enfermo de cáncer sigue representando un importante reto de salud pública. El doctor Marcos Gómez creó y desarrolló en Las Palmas un Servicio de Cuidados Paliativos, en colaboración con la AECC, con un sistema integral de atención para enfermos avanzados, que desde entonces,  ha atendido a miles de enfermos, con una calidad de atención excepcional, un equipo comprometido y competente. El Dr. Marcos Gómez ha sido el médico que ha tenido mayor influencia en el desarrollo de los Cuidados Paliativos en nuestro país, y por ello, la AECC en su 60 aniversario, ha querido reconocer y premiar su labor.

El premiado tenía preparado un discurso profesional y agradecido pero también crítico y directo por las carencias que percibe en la Sanidad española con respecto a esta enfermedad. Fui testigo de cómo la organización pidió mesura a la hora de hacer referencias “alusivas” en los discursos pues estaría presente la Ministra de Sanidad y algunas autoridades adornando el acto. El doctor Gómez me hizo un gesto simpático de complicidad por el que me transmitió que su discurso estaba preparado y no tenía intención de variarlo.

marcos gomez

Doctor Marcos Gómez

Alrededor de veinte personas esperaban conocer su turno de salida al escenario y cómo iba a desarrollarse el acto. Algunos de ellos ya sabían por experiencias anteriores que tendrían asignado un asiento en la zona preferente del auditorio desde donde acceder a la zona de entrega con el saludo correspondiente a la Presidencia. Sólo se trataba de enseñarles previamente la figura que iban a recibir y de ensayar el saludo protocolario. Optamos por simular el acto con unos dobles de cada una de las autoridades. Estaban mayoritariamente tranquilos.

En una esquina de la estancia había una chica de agradable sonrisa un tanto despistada. Era Montse García Sanz, que había venido desde Teruel para recoger el premio especial de fotografía en representación de todos sus compañeros y estaba nerviosa a la vez que orgullosa. Me acerqué a ella para que me contase cómo había llegado hasta allí y para felicitarla. Estuvo expresiva y cercana pero no podía esconder su preocupación por el desconocimiento ante el cómo actuar. Al fin y al cabo ella inaguraba la primera edición del mencionado galardón. Como el resto ya habían ensayado y aseguraban tenerlo todo clarísimo, se trasladaron a la sala VIP habilitada con azafatas y catering cómo zona de espera hasta la hora del almuerzo. Me quedé con Montse y dos personas más que harían de dobles para ensayar y relajar el ambiente. Llevaba papeles, un bolso en la mano, un echarpe en la otra y no se cuantas cosas más…Le dije: “Suelta todo”. Sonrió y se liberó ya que en ese momento me contó que le habían vuelto loca con que si tenía que arrodillarse ante S.A.R., que si no tenía que hacerlo, que si miraba o no a los ojos, que si hablaba o no, que si sonreía o no, que si tal o que si cuál… Incluso una de las premiadas había presumido ante la concurrencia de que ella no iba a arrodillarse ante nadie. Yo no le respondí porque tenía la certeza de que sería la primera en clavar la rodilla en el escenario…¡Por la boca muere el pez! y acerté. La susodicha casi se destroza el menisco en un saludo exagerado y fuera de lugar en aquella tarde de septiembre, ¡ella que no se arrodillaba ante nadie!.

A Montse le expliqué que ni ella ni NADIE  SE  ARRODILLA.  Se trata de una genuflexión como saludo protocolario que denota saber estar y educación.

La genuflexión no es hacia la persona sino hacia la institución que representa la persona. He comprobado en demasiadas ocasiones que damas y caballeros patinan notoriamente en el momento de realizar un saludo protocolario. Parece increíble pero hay ejemplos en autoridades políticas, personajes destacados del mundo de la cultura e incluso miembros recientes de algunas casas reales. Escasean las personas que están a la altura de las circunstancias en momentos cómo el referido.

En el caso de los señores, el saludo implica una leve inclinación de torso y cabeza al compás de un estrechamiento de la mano derecha.

5 RAJOY

El presidente del gobierno saluda al Jefe del Estado en la Pascua Militar

Las señoras deben inclinar la rodilla derecha hasta el punto medio entre la rodilla y el tobillo de la otra pierna, mientras se ofrece igualmente la mano derecha.

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Isabel Preysler saluda de manera impecable durante una recepción oficial en el Palacio Real

A Montse le pareció estupendo y estuvimos ensayando entre bromas para que ella se relajase. Le enseñé en un plano cuál sería su asiento y el recorrido fácil hasta el escenario y le invité a que dejase en el asiento el bolso de asas, el echarpe que se caía de un hombro y de otro, el sobre con no se cuantos papeles…¡Fuera!…Tú con tu sonrisa y segura de tí misma. Ella decía que nunca se había visto en una situación similar. Por supuesto mirarás a los ojos y tendrás que hablar, entre otras cosas, para dar las gracias por la felicitación que recibirás de Su Alteza de palabra junto con la entrega del premio.

Estaba finalizando la primera fase del día y a punto de comenzar el almuerzo en el salón acristalado de la planta superior. Departí durante un buen rato con la entrañable Laura Valenzuela, siempre implicada y entregada a la causa que le ha afectado a ella por partida doble y a su hija Lara cuando tan sólo contaba con 19 años.                 La consorte del heredero permaneció en una zona junto con algunos miembros de la cúpula de la AECC, si bien es cierto que después se dejó fotografiar con algunos asistentes anónimos de asociaciones locales.

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Antes de concluir el almuerzo me acerqué a Montse para darle ánimo y decirle que sus compañeros de la Sociedad turolense de fotografía estarían orgullosos de su representación.                                                             Me repetía: “…No se si me saldrá bien…¡Muchas gracias!…”.

Los maestros de ceremonia de la tarde serían la estupenda periodista María Rey y Michi Primo de Rivera, simpático y espontáneo. Lo hicieron de maravilla.

¡Todo el mundo a sus puestos!… Me situé en un extremo del escenario con el ayudante de S.A.R. del Ejército de tierra, quién por cuestiones de seguridad y protocolo es su sombra permanente y quién le pasaría las placas que yo tenía ordenadas por orden de entrega. Estuvo encantador y tremendamente educado, cumpliendo con su labor y trasladando el agradecimiento por la agilidad con que se estaba desarrollando todo. Y llegó el momento de la salida de Montse. Subió decidida y con paso firme. Realizó el saludo protocolario y respondió a Doña Letizia ante su felicitación. Acto seguido tuvo la gentileza de dedicar el premio a todos sus compañeros que se habían quedado en Teruel y en cuyo nombre ella había asistido. Cuando Montse hizo el “paseíllo” de salida por todo el escenario para situarse en el extremo (había sido la última en retirar el premio) yo la esperaba para darle la enhorabuena. Me sonrió satisfecha preguntando: «¿Qué tal he estado?”.

1 MONTSEMontse recoge el premio ante la atenta mirada y el aplauso de Isabel Oriol

La genuflexión no implica sumisión ni rebaja ante nadie. Es importante no confundir términos, conductas y actitudes. Se trata de un formalismo que va dirigido a una institución y nunca hacia la persona que actúa cómo intermediaria. Por supuesto no es obligatoria aunque si no somos partidarios de reconocer el formalismo quizá conviene plantearse si es necesario exponerse a la evidencia innecesaria de pasarlo por alto. Me parece mucho más coherente la actitud de los miembros de formaciones políticas que declinan su asistencia a actos convocados por la Jefatura del Estado por no reconocer su legitimidad, que asistir para salir en la foto dando la nota a través de la ignorancia hacia el comportamiento protocolario.

Montse quiso comportarse cómo requerían las circunstancias y así lo hizo, haciendo caso omiso a los escasos comentarios entre bambalinas que le invitaban a cuestionarse si ella debía someterse al protocolo oficial. Esas mismas lenguas son las que minutos más tarde se daban codazos por salir en la fotografía con la Presidenta de honor como si la vida les fuese en ello. Montse se retiró a su asiento y departió con el resto de los galardonados sin buscar protagonismo cuando la consorte del heredero ya se despedía de manera informal de Abel Matutes, Soledad Becerril, Ana Mato,etc…

En esa misma estancia me encontraba yo despidiéndome del ayudante de la Princesa después de toda una tarde juntos. Me trasladó el agradecimiento de parte de Su Alteza aunque ella misma se acercó a saludarme haciendo alusión al tono verde botella de mi corbata (lo había escogido a propósito por deferencia al color corporativo de la asociación), momento en el cual la cumplimenté como considero que corresponde. No lo hice hacia la persona de Letizia Ortíz sino hacia la Presidencia de honor de la AECC en calidad de Alteza Real.

emoticones : Ilustración que ofrece un Satisfecho Smiley

La prudencia es la madre de las virtudes

 

¡Hasta pronto!

 

 

14 Comentarios

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14 Responses to La galardonada prudente (Anecdotario)

  1. Me ha gustado Felipe.
    Ya se como tengo que comportarme, si se da el caso que me entregue un premio algún miembro destacado de la Casa Real, los reyes o los príncipes.

    • felipe

      No es necesario que se trate de la entrega de un premio.
      Nunca se sabe la situación que puede darse para estar a la altura de las circunstancias.
      Gracias por tu comentario

  2. Lorenzo del Valle

    Me parece un tema muy interesante.
    Siempre he imaginado que detrás de un acto de según qué características debía haber un ensayo previo.
    Denota inteligencia por parte de la protagonista el hecho de querer saber cómo actuar ante la situación.
    Mi mujer y yo tuvimos la oportunidad de saludar personalmente a S.A.R el príncipe Don Felipe en un evento especial del aniversario de un periódico.
    Ignorar el protocolo es de ignorantes

    • felipe

      Gracias Lorenzo.
      Apuesto por trasladar el concepto de protocolo como el mejor aliado.
      Es una auténtica necedad identificarlo con una práctica reservada a una minoría elitista.
      Habrá más referencias al mundo del protocolo en el blog.

  3. Celia Manzano

    Acercas el protocolo al ciudadano de a pie.
    Me ha encantado tu exposición.
    Te sigo desde que descubrí la página web y el blog con «25 años y un dia»

  4. Nuria

    Hola Felipe,
    Ayer no me dió tiempo a responder…pero no quiero que pase la semana sin que te escriba unas lineas por aquí…
    Qué maravilloso blog!!! Unas anecdotas y vivencias interesantísimas, la de esta semana es muy especial por tratarse de un premio a un Dr tan comprometido entre otros, fabuloso!!

  5. Fernando

    ¡Sí señor!
    Enfocas el tema fenomenal…desde la propia experiencia.
    Te felicito

  6. tizziana

    Por fin he podido leerte esta semana!!! Me has creado adicción, ya que encuentro en tus artículos una mezcla de cronicas de sociedad y lecciones de estilo.
    No me extraña que tantas y tan variadas vivencias se vean reflejadas en el estilo de los eventos que organizas.
    Lo sorprendente es que con modestos presupuestos seas capaz de conseguir resultados espéctaculares.
    Lo he comprobado.

  7. Jaime

    No vale todo a la hora de comportarse.
    Me satisface comprobar que un jóven como tú apuesta por guardar las formas.
    ¡Estoy asustado con los modales de un tiempo hasta ahora!
    Estupendo artículo el de esta semana

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